Esther
Esther ascendió a la cima del ajedrecismo para luego caer desde lo más alto. Pudo haberse convertido en un juguete roto pero encontró su tabla de salvación en la danza. Un demi plié mal ejecutado truncó su segundo gran sueño. Desde entonces se volcó en la Filología, la Traducción, la Astrofísica y el Ganchillo, esta vez sin demasiadas aspiraciones.